martes, 18 de noviembre de 2008

Paris c'est comme ça

Ayer vi un rabino en patinete. Primero se hizo un silencio (en mi cabeza), después me hizo una gracia tremenda.

domingo, 2 de noviembre de 2008

Y tú eres muy ordinaria, bonita

El viernes salí. Fui a un montón de bares, pero por lo visto no a suficientes porque a las cuatro y media de la madrugada (madrugada en París es una palabra muuuuy mala), me vi con mis amiguitas esperando a que abrieran el metro, resoplando bajo unos portales donde nos refugiábamos de una lluvia muy oportuna. Hubo momentos en los que casi lloré. La cuestión es que cuando subí al metro mi humor era cero. Me senté con las manitas encima de las rodillas y la cabecita apoyada en el cristal. En esto que entra un grupo de unas seis personas, cuatro españoles y dos italianos. Como es natural, empezaron a charlar a gritos. Una de ellas, andaluza, empezó a vociferar que ella estaba hasta el coño de los vascos y de los catalanes, que por ella se podían ir todos a tomar por culo. Mi congelada cara no pudo reprimir la sonrisa. Entonces me calaron, y uno que iba de simpático les dijo no os preocupeis, si hablais rápido no os entienden (?). Mi sonrisa se volvió una carcajada, y el italiano dijo esta tía se ríe mucho, yo creo que nos entiende. Y así un rato, hasta que, no sin esfuerzo, consiguieron juntar una neurona ayudándose unos a otros a lo largo del razonamiento y llegaron a la conclusión de que su conversación no era tan secreta. Guardaron un silencio expectante y yo les dije que era de Barcelona, mirando a la andaluza para divertirme un poco. Y ella, ni corta ni perezosa, más chula que un ocho, cruza las piernas, se arrellana en el asiento y repite, aún más fuerte, que ella está hasta el coño de vascos y catalanes. Sus amigos me miran un poco avergonzados, y el que iba de simpático intenta hacerme caso. Llega mi parada, y todos me dicen hasta luego buenas noches. Yo me levanto, doy las buenas noches, me paro al lado de la andaluza, la miro de arriba abajo y le digo Y TÚ ERES MUY ORDINARIA, BONITA.

Y envuelta en el silencio de mi triunfo pegué un saltito al andén.

Ayer, L., A., y yo hicimos dos tortillas de patata y un pamboli y la llevamos a una cena con otros erasmus. Para chuparse los dedos estuvo. Luego me fui a mi casa y no me pasó nada en el metro.

Hoy he ido a una exposición increíble, de Emil Noldes, este es el link a la página web de la expo: http://www.rmn.fr/Emil-Nolde.

Y ahora me voy a hacer deberes. Un beso a todos! (bueno uno para cada uno).